«Cocinar en el jardín, servir en el jardín, comer juntos y comunicarse con objetos estéticamente agradables. Para mí, éstas eran las tareas que había que resolver para el marco de la cocina TICINO. El camino era utilizar el espacio emocional y espacial del jardín y diseñar el mobiliario en consecuencia. El resultado es un sistema de cocina con muebles de exterior que puede reaccionar con gran flexibilidad y humildad a los deseos de las personas y también a los cambios en la vida cotidiana del jardín. Elegancia combinada con funcionalidad y facilidad de uso sin restricciones. Conciliar la arquitectura del jardín, la comunicación y la cultura de la mesa, ese era mi deseo».